La funcionalidad y la usabilidad de una interfaz pasa por diversos momentos donde el usuario se acopla para poder lograr su fin, cada dÃa vemos sistemas aparentemente más sencillos pero con una estructura de información mucho más densa y complicada detrás. A partir de la creación del internet y las nubes virtuales de datos, la tecnologÃa ha condensado toda la información humana y nos la presenta a la distancia de un click, como una enciclopedia global o un supe buscador de telaraña (Google).
PodrÃamos decir que estamos llegando a unos niveles de desarrollo muy superiores a los conocidos históricamente por el hombre, y que la usabilidad de nuestras interfaces digitales son cada vez más funcionales y efectivas. Además la explosión cognoscitiva nos lleva a cambios culturales más acelerados, pero hay una barrera que los sistemas y la información no pueden superar aun y no se encuentra precisamente en el software si no en el usuario.
Por más videos que contenga una página web como YouTube, la fÃsica del espacio tiempo que conocemos en esta realidad, solo nos deja digerir una cantidad de información a la vez, y por mas sectorizados y especializados que estén los datos, hoy en dÃa nadie alcanza a conocer todos los contenidos de su interés, situación que si lograban los cientÃficos del renacimiento, ellos lo sabÃan “todo†antes de las enciclopedias de la ilustración.
Nuestros sentidos están diseñados para trasmitir y codificar estÃmulos del medio que un cerebro promedio analiza y almacena en cantidades mÃnimas comparadas con todo su potencial, el cerebro siempre ha sido perezoso, pero en la era digital el hombre tiene que desechar información pues esta abunda a diferencia de los pocos manuscritos medievales.
El usuario normal, piensa de una manera lineal, y solo entiende una cosa a la vez, por otro lado un cerebro genial o entrenado puede llevar hasta 3 o 5 procesos logÃsticos en su cabeza, pero pasaran algunas décadas antes de que la evolución cambie nuestra manera de pensar frente a los nuevas maneras de conseguir información generando un tipo de pensamiento no lineal, ya lo vemos en los niños que manejan un ipad mucho más intuitivamente que un periódico.
Pasamos mucho tiempo desarrollando tecnologÃas que nos ayuden en nuestras vidas, pero hasta ahora podemos dimensionar que podemos trabajar genéticamente en nuestros sistemas, otros optan por implantes biomecánicos que aumentan sus capacidades y otros por arduos entrenamientos psicológicos, solo hasta que mejoremos el sistema desde el usuario, aumentando sus capacidades de percepción de la información, las interfaces podrán usarse en todo su esplendor.
Por lo tanto, el diseñador de interfaces deberÃa tener encuentra esta limitación en el usuario, mejorando los tiempos de exposición y la forma en que la presenta, en un mundo globalizado y convulsionado por la saturación de información.
Juan Camilo Giraldo A.