Archive for septiembre, 2008

Interfaz

jueves, septiembre 4th, 2008

A lo largo de los debates que se han generado en torno a lo que resulta ser una interfaz hay varios aspectos significativos que finalmente dejan en claro un solo concepto o definición, la cual logra abarcar a todos los tipos de interfaces existentes, y esta no es otra que para que se genere una interfaz de cualquier tipo es necesario contar con dos entes como mínimo, interrelacionados por códigos comunes a estos dos, que se den en un lapso de tiempo y que cumplan un objetivo.

Con todo esto me gustaría reflexionar acerca de la interfaz generada a través de un dispositivo electrónico como lo es el Nintendo Wii en donde el ente primario es el dispositivo y el secundario el usuario y en donde a mi juicio subjetico se llega a generar la idea de una interfaz ideal en donde el usuario experimenta sensasiones tan reales que se logra a tener la idea de que realmente se practica la actividad vista en pantalla.

Esta interfaz ideal o utópica la cual se logra a través de este gran avance digital que es el Nintendo Wii logra satisfacer todas las necesidades del usuario partiendo de la base de una creación o replica animada de su personaje, quien a continuación tiene la capacidad de interactuar con otros personajes sujetos a esta red, o competir directamente con una inteligencia artificial como es la denominada computadora.

¿Por qué a mi juicio esta interfaz llega a comportarse como una interfaz utópica o ideal?

El Wii es una interfaz que cumple todas las espectativas o necesidades que tiene el consumidor al cual este va dirigido que es un público entre los 5 años en adelante el cual puede ser usado por todo tipo de persona que tenga una leve noción de que el movimiento realizado por él a través del control va a ser representado en pantalla y va a responder fielmente a sus reacciones generando una constante interrelación, de esta manera los movimientos llegan a ser iguales y la idea del movimiento lograría ser real, en la medida que el usuario sienta que lo visto en pantalla es lo ordenado por él y ya llega a ser automatico e inconciente.

Finalmente y para concluir esta idea; las interfaces van evolucionando cada día de una manera vertiginosa lo cual tarde que temprano lograremos ver en estas situaciones tan reales que lograrán hacer dudar al usuario en que momentos o lapsos de tiempo va a estar dentro de esa realidad virtaul, o en la realidad que hoy por hoy consideramos como verídica, no obstante hasta que llegue ese momento veremos como cada ves más el usuario va a lograr tener control de una manera total sobre las distintas funciones brindadas por otro ente.

REVOLUCIÓN CRECIENTE, MUNDO MENGUANTE (por Andrés Acero)

miércoles, septiembre 3rd, 2008

Era el año 1400, el mundo presenciaba el nacimiento de un nuevo siglo. Irónicamente en ese entonces el analfabetismo era tan común como lo es hoy el acceso a la información. Los libros y la alfabetización eran un lujo casi exclusivo de la clase alta y de la iglesia dado el esfuerzo que requería la realización de un documento manuscrito. Cincuenta años más tarde aparece la imprenta, y si esa sociedad de comienzos del siglo XIII jamás imaginó que un siglo más tarde los libros serían tan comunes y la alfabetización tan necesaria, mucho menos iban a imaginar los cambios tan grandes que aquello conllevaría.

El ejemplo de la imprenta hace que nos preguntemos que será de la sociedad en un futuro hoy que la ciencia y la tecnología avanzan cada vez más rápido. En el último siglo hemos sido testigos de la aparición de la radio, la televisión e Internet, cada pasó es mas grande que el anterior y sus implicaciones son directamente proporcionales.

Los medios de comunicación han sido referentes del pensamiento de una época, sin embargo la que analizaré es la de Marshall McLuhan y su libro El Medio Es El Masaje (1960 – Hoy).

CONTRACULTURA Y TELEVISIÓN (1960 – 1970):

Los años sesenta fueron los años en los que el mundo se deslumbró con la televisión y ésta se hizo parte de la vida cotidiana en una familia promedio. Los sucesos mundiales cobraron mayor importancia al acercarse al televidente. Ni el radio ni los periódicos lograban impactar tanto a su público, o a la masa, en el caso de la televisión.

En esta década la guerra de Vietnam y los Beatles acaparaban la atención de los medios al menos en occidente. Aquí nace un interrogante: ¿Habría adquirido el movimiento Hippie tales magnitudes de no haber existido los medios? La televisión hizo de las noticias algo más “didáctico”, la juventud se vio atraída por el inusual brillo de la televisión y allí encontraron que podrían ser obligados a pelear y morir en una guerra con la que no estaban de acuerdo. La masa joven se reunió y eventualmente lo que fue un día una ideología se convirtió en una moda que terminó por desaparecer en un mar de clichés, frases de cajón, lugares comunes y Vietnam.

Los medios se encargaron de publicitar el hipismo, lo convirtieron en una moda y así como marcaron el origen también marcaron el fin de un suceso que caracterizó a toda una generación. Este caso de la contracultura por excelencia de los sesentas, demuestra cuan delicado puede ser el manejo de estas tecnologías de la comunicación y que tan grandes pueden ser sus efectos, es por eso tal vez que el periodismo es considerado el cuarto poder. Los medios tienen el poder de informar, de atraer, de convocar; pero aún así también tienen el poder de trivializar cualquier situación si no se le da un manejo adecuado a la información que transmiten.

LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS Y EL TABÚ:

La sexualidad era un tema difícil de tratar tanto en los colegios como dentro de la familia, incluso hasta hace un par de décadas se creía que el SIDA era una enfermedad estrictamente de homosexuales. Los medios de comunicación desde hace una década, se han encargado de liderar un cambio de pensamiento en pro de lo métodos anticonceptivos y en contra de la desinformación abiertamente aceptada por iglesia. Poco a poco el tabú se superó, abriendo las puertas de una comunicación más abierta en las familias para evitar situaciones adversas de este tipo.

Como lo mencionó McLuhan en su libro: “El consorcio mundial de información engendrado por los medios eléctricos excede con mucho toda la influencia que ahora podrían ejercer mamá y papá”. La eliminación del tabú respecto a la educación sexual son el ejemplo perfecto para esto, lo increíble es que McLuhan haya podido prever esto desde la década de los sesenta cuando la revolución sexual estaba aún en la cuna.

INTERNET Y LA NUEVA TELEVISIÓN:

El mundo del espectáculo y la fama está ligado estrechamente con los medios de comunicación, esto viene desde siglos atrás con la aparición del copyright: los autores se ven obligados a firmar sus obras y protegerlas, hoy día parece una estupidez no hacerlo para dejar el anonimato.

Actualmente quienes más se han alejado del anonimato son los actores, los cantantes y otros personajes del entretenimiento, la televisión se ha encargado de encontrar el lucro explotando la imagen de estas “estrellas”. Desde la aparición de la televisión privada en Colombia, los noticieros han cedido casi la mitad de su tiempo a la farándula; y está bien que el mundo del entretenimiento haga noticia, sin embargo la farándula cruza el límite que divide lo interesante de lo irrelevante, inútil y finalmente privado en la vida de los demás, terminando por darle una importancia estúpida a cosas que no la tienen. Hay que trazar la línea entre distracción y entretenimiento.

Por último tenemos los realities, donde nuevamente cito a McLuhan que dice que “Hoy en día estamos irrevocablemente envueltos en la vida de los demás, y somos responsables de ellos”. Internet ha hecho posible la hipermedia, hoy podemos decidir si alguien merece actuar en una novela, o si alguien merece ganar millones por sobrevivir en una isla un par de meses. Los participantes y su vida (no solo económica sino también social) están hoy en las manos de aquellos que controlen los medios, hoy la opinión de cada uno vale más que lo que valdría hace un siglo, hoy somos una masa responsable por los demás, hoy somos una aldea global.

Andrés Acero