Era el año 1400, el mundo presenciaba el nacimiento de un nuevo siglo. Irónicamente en ese entonces el analfabetismo era tan común como lo es hoy el acceso a la información. Los libros y la alfabetización eran un lujo casi exclusivo de la clase alta y de la iglesia dado el esfuerzo que requerÃa la realización de un documento manuscrito. Cincuenta años más tarde aparece la imprenta, y si esa sociedad de comienzos del siglo XIII jamás imaginó que un siglo más tarde los libros serÃan tan comunes y la alfabetización tan necesaria, mucho menos iban a imaginar los cambios tan grandes que aquello conllevarÃa.
El ejemplo de la imprenta hace que nos preguntemos que será de la sociedad en un futuro hoy que la ciencia y la tecnologÃa avanzan cada vez más rápido. En el último siglo hemos sido testigos de la aparición de la radio, la televisión e Internet, cada pasó es mas grande que el anterior y sus implicaciones son directamente proporcionales.
Los medios de comunicación han sido referentes del pensamiento de una época, sin embargo la que analizaré es la de Marshall McLuhan y su libro El Medio Es El Masaje (1960 – Hoy).
CONTRACULTURA Y TELEVISIÓN (1960 – 1970):
Los años sesenta fueron los años en los que el mundo se deslumbró con la televisión y ésta se hizo parte de la vida cotidiana en una familia promedio. Los sucesos mundiales cobraron mayor importancia al acercarse al televidente. Ni el radio ni los periódicos lograban impactar tanto a su público, o a la masa, en el caso de la televisión.
En esta década la guerra de Vietnam y los Beatles acaparaban la atención de los medios al menos en occidente. Aquà nace un interrogante: ¿HabrÃa adquirido el movimiento Hippie tales magnitudes de no haber existido los medios? La televisión hizo de las noticias algo más “didácticoâ€, la juventud se vio atraÃda por el inusual brillo de la televisión y allà encontraron que podrÃan ser obligados a pelear y morir en una guerra con la que no estaban de acuerdo. La masa joven se reunió y eventualmente lo que fue un dÃa una ideologÃa se convirtió en una moda que terminó por desaparecer en un mar de clichés, frases de cajón, lugares comunes y Vietnam.
Los medios se encargaron de publicitar el hipismo, lo convirtieron en una moda y asà como marcaron el origen también marcaron el fin de un suceso que caracterizó a toda una generación. Este caso de la contracultura por excelencia de los sesentas, demuestra cuan delicado puede ser el manejo de estas tecnologÃas de la comunicación y que tan grandes pueden ser sus efectos, es por eso tal vez que el periodismo es considerado el cuarto poder. Los medios tienen el poder de informar, de atraer, de convocar; pero aún asà también tienen el poder de trivializar cualquier situación si no se le da un manejo adecuado a la información que transmiten.
LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS Y EL TABÚ:
La sexualidad era un tema difÃcil de tratar tanto en los colegios como dentro de la familia, incluso hasta hace un par de décadas se creÃa que el SIDA era una enfermedad estrictamente de homosexuales. Los medios de comunicación desde hace una década, se han encargado de liderar un cambio de pensamiento en pro de lo métodos anticonceptivos y en contra de la desinformación abiertamente aceptada por iglesia. Poco a poco el tabú se superó, abriendo las puertas de una comunicación más abierta en las familias para evitar situaciones adversas de este tipo.
Como lo mencionó McLuhan en su libro: “El consorcio mundial de información engendrado por los medios eléctricos excede con mucho toda la influencia que ahora podrÃan ejercer mamá y papáâ€. La eliminación del tabú respecto a la educación sexual son el ejemplo perfecto para esto, lo increÃble es que McLuhan haya podido prever esto desde la década de los sesenta cuando la revolución sexual estaba aún en la cuna.
INTERNET Y LA NUEVA TELEVISIÓN:
El mundo del espectáculo y la fama está ligado estrechamente con los medios de comunicación, esto viene desde siglos atrás con la aparición del copyright: los autores se ven obligados a firmar sus obras y protegerlas, hoy dÃa parece una estupidez no hacerlo para dejar el anonimato.
Actualmente quienes más se han alejado del anonimato son los actores, los cantantes y otros personajes del entretenimiento, la televisión se ha encargado de encontrar el lucro explotando la imagen de estas “estrellasâ€. Desde la aparición de la televisión privada en Colombia, los noticieros han cedido casi la mitad de su tiempo a la farándula; y está bien que el mundo del entretenimiento haga noticia, sin embargo la farándula cruza el lÃmite que divide lo interesante de lo irrelevante, inútil y finalmente privado en la vida de los demás, terminando por darle una importancia estúpida a cosas que no la tienen. Hay que trazar la lÃnea entre distracción y entretenimiento.
Por último tenemos los realities, donde nuevamente cito a McLuhan que dice que “Hoy en dÃa estamos irrevocablemente envueltos en la vida de los demás, y somos responsables de ellosâ€. Internet ha hecho posible la hipermedia, hoy podemos decidir si alguien merece actuar en una novela, o si alguien merece ganar millones por sobrevivir en una isla un par de meses. Los participantes y su vida (no solo económica sino también social) están hoy en las manos de aquellos que controlen los medios, hoy la opinión de cada uno vale más que lo que valdrÃa hace un siglo, hoy somos una masa responsable por los demás, hoy somos una aldea global.
Andrés Acero
Creo que el enfoque que quieres darle está claro…
PodrÃas de todas maneras comentarnos tu parecer con respecto a la penetración y aceptación cultural del concepto «aldea global», respecto a la cultura de masas y al exponencial crecimiento de la «cultura digital»?
Asà también, falta abordar la influencia de cada una de las pantallas que rodean al «homo-inlaqueÄre», cada una vista como medio de comunicación, interfaz y prótesis corporal. no te parece?
Cuentanos tu punto de vista.