El cyberpunk y la realidad.

“Somos las mentes electrónicas, un grupo de rebeldes de pensamientos libres.

Cyberpunks. Vivimos en el Ciberespacio, estamos en todos lugares, no tenemos límites.Este es nuestro manifiesto. El manifiesto cyberpunk.”

Christian As.Kirtchev Un manifiesto cyberpunk, (1997)

Tal vez con esta definición, Christian As.Kirtchev define, lo que en principio era un subgénero de la ciencia ficción, creado a inicios de los 80, lo que ahora es todo un movimiento. Más adelante comenta: “Esos somos nosotros, lo diferente. ratas de la tecnología, nadando en el océano de la información. Estamos cohibidos, pequeños chicos de colegio, sentados en el último pupitre, en la esquina de la clase. Somos el adolescente que todos consideran extraño. Estamos estudiando hackear sistemas operativos, explorando la profundidad de su extremos.”  En el manifiesto, que tiene 5 puntos donde se explican los ideales de este movimiento, se pueden extraer fragmentos como el siguiente: “La sociedad que nos rodea está atascada en el conservadorismo y en el «todo para ellos», mientras se hunde lentamente en las arenas movedizas del tiempo. Sin embargo, algunos obstinados se rehúsan a creer esto; lo obvio es que vivimos en una sociedad podrida. Las llamadas reformas que nuestros gobiernos utilizan para enorgullecerse, no son más que un pequeño paso adelante, que podrían ser hechas más satisfactoriamente con un salto.” Cuando leemos este fragmento y nos detenemos un minuto a analizarlo, no es posible llegar a concluir: ¿Acaso por este tipo de ideales, grupos como Anonymous van de país de país, de site en site, atacando lo que consideren elemento o acción que pudre o hunde a la sociedad?.

El cyberpunk en la literatura trata de expresar, a veces de forma oscura, ideas sobre la naturaleza humana, la tecnología y su posible combinación en un futuro cercano, que dicho sea de paso, se ha convertido en un presente bastante próximo (si es que ya no lo estamos presenciando) y que afecta de manera considerable el desarrollo de nuestra sociedad. Si esto no fuera cierto, el mundo no se paralizaría y protestaría por la creación de una ley que quiere controlar el tráfico de contenido en la red; no habrían escándalos por colapsos en ciertas páginas estatales o privadas y las personas no estarían temerosas por posibles robos en la web de sumas importantes de dinero u otros bienes preciados. La realidad es una, y es que la tecnología es parte fundamental de nuestras vidas, especialmente elementos como Internet, y que sin ellos, nuestros días estarían reducidos a casi nada. Pero, ¿hasta que punto nos afecta este hecho en nuestro desarrollo personal?

Como comentaba anteriormente, el cyberpunk trata diversos temas, que, a pesar que hacen parte de la ciencia ficción, no son nada diferentes a lo que hoy en día vivimos y vemos. Algunos de ellos son:

-       Crecimiento tecnológico acelerado y distorsión de los medios de comunicación. Si lo comparamos con el presente, no existe ni la más mínima diferencia entre el uno y el otro. Hoy en día todo es dominado por los medios de comunicación; lo que se diga allí (ya sea radio, prensa, televisión y la poderosa Internet), es prácticamente un hecho.

-       Corrupción política, grandes empresas controlando naciones, extrema pobreza. Sin palabras; esta frase es la mayor descripción de nuestros días.

-       Crisis de identidad en niños, jóvenes y adultos. La tecnología, a la cual no critico (solamente critico el uso y abuso que le hemos dado), ha generado que no sea necesario “socializar” -aunque este término, en nuestros días, contiene otro significado (socializamos en Facebook, en Twitter, etc.)- con otras personas; nos sentimos cómodos en un cuarto de 5 x 6 metros, conversando o jugando por un indeterminado número de horas, sin tener contacto visual, físico o sonoro, con otro dispositivo que no sea el computador, lo que me lleva al siguiente tema que trata el cyberpunk:

-       Juegos en línea y el futuro debate entre preferir la vida virtual sobre la vida real y la crueldad. Punto bastante interesante y debatible.

-       Hackers, prostitución y trata de blancas por red. Y no es mentira que en los 80’s ya se hablaban de esos temas. En Neuromance, novela de ciencia ficción escrita por William Gibson en 1984, una de las primeras que trataba el tema del Cyberpunk, estaba co-protagonizada por Molly, quien antes de ser heroína era una prostituta de élite, pero sus patrones comenzaron a manipular sus implantes y su mente sin su autorización, lo que la llevó a tomar medidas violentas contra un cliente cuando recuperó la consciencia en medio de una «sesión especial» organizada por sus jefes.

-       Ética en la genética y clonación humana; control de mentes a través de máquinas. Este tema ya lo había tratado Ira Levin en una novela homónima, que en el cine se llamaría “los niños del Brasil”, en donde se realiza la simulación de copias de Hitler e intenta que cada uno de los niños tengan las mismas experiencias en la infancia del Führer, para recrear su forma de ser, hacer un nuevo Hitler y restablecer el régimen nazi. Ahora imaginemos que con los hallazgos y descubrimientos del genoma humano, a algún científico de mente malévola, quiera recrear a una de tantas mentes podridas que han creado tantos regímenes de dolor y sangre. Puede sonar fantasioso, pero de que existe la posibilidad, existe. Ya clonaron una oveja, un humano no está tan lejos.

-       Robótica e inteligencia artificial.

-       Holocausto nuclear, enfermedades incurables. De esta realidad no estamos muy lejos.

Con esto se puede concluir que escritores y novelistas como Isaac Asimov, Frank Herbert y William Gibson no están muy lejos de hacer que a sus escritos y novelas que tantos premios obtuvieron, se conviertan a plenitud en nuestra trágica realidad.

Helmut Pérez

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