Narrativa no lineal en nuestra cotidianidad

Las estructuras narrativas no lineales han dejado, a lo largo de los últimos años, grandes aportes a nivel narrativo en campos como la literatura, el cine y los medios electrónicos; ejemplo de ello lo podemos apreciar en películas como memento, corre Lola corre, Magnolia, amores perros, snatch, pulp fiction, entre otras. Esto ha permitido que exista otro tipo de interacción entre el público y la obra: una interacción más participativa, donde el espectador presupone estar plenamente conectado con lo que está observando o de lo contrario pierde todo tipo de conexión con la narrativa planteada. Otro de los aspectos a favor de la no linealidad es que la obra queda inmersa en la mente del espectador, donde continúa dando giros acerca de ciertos tópicos tales como el desenlace, el por qué del nudo, aspectos sicológicos de los personajes, entre otros; lo que garantiza que si bien la obra no será éxito en taquilla o un best seller, creará preganancia en el espectador y facilitará el “voz a voz” que lo convierta en un hecho viral. En los medios electrónicos, al igual que en la literatura y en el cine, este tipo de narrativa ha facilitado una mayor interacción por parte del usuario, dado el amplio número de posibilidades para el manejo del mismo, lo que se asemeja a las conexiones interneuronales de los seres humanos en su cotidianidad, tan imperceptibles entre nosotros por su omnipresencia, lo que las convierte, en la mayoría de ocasiones, en imperceptibles. Ejemplo de ello lo podemos ver en una conversación diaria: empezamos hablando de un tema, como el precio de la leche y terminamos hablando de la situación sentimental de la novia de uno de nuestros amigos, pasando por otros temas como la corrupción del país y el caos de la ciudad. En el caso de la medios electrónicos, podemos arrancar buscando un blog de diseño y terminar viendo una website de un grupo de música experimental, pasando por alguna noticia del momento. Todo esto a través de vínculos, que establecen una conexión, muchas veces no lineal, pero con algún tipo de relación, dado que en un gran número de ocasiones, empezamos de un punto muy familiar y terminamos en uno totalmente desconocido. Nosotros tenemos una vida que diariamente se vive de forma no lineal: muchas veces tenemos analepsis (recuerdos momentáneos asociados a un hecho u objeto), otras tantas prolepsis (las cuales comúnmente llamamos deja vus), pero al final todo hace parte de una misma historia.

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