Usabilidad en Interfaces para Seres Humanos

Me llama mucho la atención como muchos estudiantes de diseño y diseñadores sin importar si son gráficos o industriales, hablan una y otra vez de interacción en el momento de explicar o exponer sus proyectos, sin detenerse a pensar las implicaciones que este término tiene. Por otro lado me considero pertinente rescatar y tener en cuenta la razón de ser de las interfaces que valga la redundancia posibilitan dicha interacción entre dos entes.
Para desarrollar estas ideas quiero citar a Jacob Nielsen cuando habla de los principios básicos de usabilidad.
http://www.useit.com/alertbox/20030825.html
Capacidad de aprendizaje, eficiencia, capacidad de ser recordado, errores, y satisfacción.
Por otro lado quiero citar palabras de Sergio Acosta en la primera clase de principios básicos de interfaces, y no por repetir lo que ya se ha dicho, sino porque lo considero muy importante como punto de partida para cualquier persona que piense en interfaces sin importar su disciplina.

“Toda interfaz es resultado de una cultura”.

La interacción se ve determinada por la interfaz, por la existencia de la misma, por lo cual si no existe realmente una interfaz, sea física o virtual, no se dará la interacción. Como estudiante de diseño grafico, y consumidor o usuario frecuente de distintas interfaces, me parece vital rescatar el factor del ser humano, los factores sociológicos, culturales, sicológicos y sociales. Es decir, muchas personas, empresas, desarrolladores crean, o piensan en crear interfaces, pero en muchos casos se quedan en su apariencia, tecnología, o simplemente en que funcione, pero se dejan de lado los factores de la necesidad del primer ente, concentrando la mayoría de los esfuerzos en desarrollar un excelente segundo ente. Por esto, me parece muy importante el concepto de usabilidad, y la postura de Jacob Nielsen me parece esencial, ya que parte desde los pasos básicos o requerimientos para que se dé la usabilidad en la interfaz. Existe entonces un gran espacio diferenciador entre un objeto ya sea un objeto de diseño y una interfaz, sin embargo en muchos casos se da por hecho que el objeto por sí mismo por existir y cumplir ciertas características técnicas y físicas suponen inmediatamente una interfaz, o se cree que la función del objeto ya supone la existencia de una interfaz.
Entiendo que una interfaz excepto que así sea pensada y diseñada, no tiene que ser entendida por todo el mundo, existe una segmentación y un enfoque a cierto grupo de personas o público objetivo de a cuerdo con alguna necesidad, de todas formas dentro de mi experiencia y la experiencia de seres cercanos he visto como interfaces en potencia muchas veces no llegan a cumplir con esta tarea de interacción debido a su complejidad, a su poca amabilidad y entendimiento del usuario. El caso de los teléfonos celulares, de las pantallas táctiles en los cajeros electrónicos o del sistema de tarjetas inteligentes en Transmilenio supone una discriminación debido a que no creo realmente por más que allá teléfonos celulares enfocados especialmente para jóvenes, músicos, empresarios, no creo, no me parece lógico que alguien de una edad avanzada sin necesidad de ser un anciano, hablo de 50, 55 años, o alguien con un nivel de educación no muy avanzado tampoco, no pueda interactuar con estos objetos, que llegan a ser volverse esenciales, del diario vivir y su uso determina el poder o no realizar tareas indispensables cotidianas. Comprendo que hay que tener un modelo mental, un aprendizaje previo o un cierto tipo de referentes como ente primario para poder articularse con un ente secundario, pero desafortunadamente hay personas que no tienen este conocimiento previo, y deben por cuestiones de su vida intentar al menos interactuar con estos sistemas, lo cual los pone en la tarea, de aprender a utilizarlo con ayuda de alguien, intentar muchas veces entender el uso hasta poder lograrlo, solicitar la ayuda permanente de un dependiente o especialista en dicho tema, o desertar, abandonar esta tarea y evitarla completamente en su vida.
El diseñador debe ser un mediador con la sociedad, con la cultura, debe conocer aspectos propios de su disciplina, técnicas avanzadas, pero más que todo eso, debe saber llegar al ser humano, debe tener un conocimiento del hombre como sujeto lleno de necesidades, y es acá donde creo que muchos creadores de interfaces como las anteriormente nombradas, pasan por alto el hecho de la diversidad humana, y enmarcan dentro de un solo rango a sus usuarios. Para explicar esto tengo un ejemplo muy evidente en nuestro país.

Las compras online. En países como Estados Unidos esta modalidad de compra por internet ya lleva varios años, personas de todas las edades, razas, niveles de educación y con los recursos económicos suficientes para tener una tarjeta de crédito al orden del día han comprado y han entendido el funcionamiento de estas tiendas a distancia. En nuestro país existe miedo a este tipo de transacciones por la poca experiencia que se tiene al respecto. Es probable que si acá se desarrollara un comercio más fuerte en internet, un gran centro comercial online por ejemplo, no tendría mucha acogida, y la función de esta interfaz no sería cumplida. Es diferente por ejemplo Mercado libre o De remate porque las personas que acceden ya sea a comprar o a vender han tenido así sea en un nivel mínimo alguna relación con transacciones en línea, son usuarios constantes de internet y entienden su dinámica. A diferencia de una persona cuya labor no tiene nada que ver con estos sistemas, desea hacer algún pago o transacción en línea, se verá atemorizado, bloqueado, y finalmente abandonara la interfaz.

Entonces considero, ¿si son, un cajero electrónico, un teléfono celular moderno, una tarjeta inteligente, medios tan exclusivos que solo puedan ser entendidos como interfaces por personas especializadas? Creo que no es así.

La persona que realice interfaces debe tener en cuenta la cultura, el ser humano como centro, y no presentar únicamente el objeto como algo disponible, atractivo y novedoso, factores que también son demasiado importantes, sino realmente satisfacer una necesidad, y de manera realmente amable, fácil, y que no requiera mayor explicación, que sea fácil de recordar y el usuario se sienta a gusto, cometiendo el mínimo de errores.
Por otro lado creo que el diseño, la tecnología y la ciencia debe dejar de discriminar y cerrarle sus puertas a los novatos. Siempre me he intrigado la poca facilidad que tiene una ciudad como Bogotá, y la gran mayoría sus edificaciones, públicas y privadas para el desarrollo de la vida de un invidente, un discapacitado. Esto obviamente supone una serie de problemas sociales, políticos que no vienen al caso, pero donde quedan estos seres como usuarios y consumidores también de productos dentro de un mercado creciente, que tiene genios del diseño, la arquitectura la ingeniera detrás inventando y desarrollando elementos increíbles, bellos y divertidos.

Por esta razón estoy consciente que son muchos los elementos y variantes que deben tenerse en cuenta en una interfaz para que se logre esa articulación entre ambos entes, donde cada uno de estos debe cumplir sus propias condiciones para obtener del otro lo que buscan, pero también sé que no se puede limitar el desarrollo, el diseño de interfaces a cumplir con tecnicismos, sino hay que intentar o pensar en traer beneficio al ser humano, hacer su vida más sana, fácil, agradable, divertida, no ponerle todo en bandeja de plata volviéndolo dependiente de la tecnología, pero optimizar procesos y recursos que requieran, recordar que lo importante mas allá de un excelente maquillaje por llamar vulgarmente la parte estética y de diseño, es que dicha interacción, sea posible, y no sea tan limitada a cierto grupo de personas.
Para terminar quisiera repetir la frase de “toda interfaz es el resultado de una cultura” porque resume a grandes rasgos lo que he intentado exponer.

Cabe aclarar que en este escrito he tomado como referencia, la interfaz donde el ente primario es un ser humano, ya que no es la única interfaz que puede existir, si fue la que tome en consideración en esta ocasión.

CAMILO VELÁSQUEZ

One Response to “Usabilidad en Interfaces para Seres Humanos”

  1. Juan dice:

    «La gente le tiene miedo a lo que no conoce».

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.