Archive for febrero, 2009

INTERNET: OTROS MUNDOS A NUESTRA DISPOCICIÓN

martes, febrero 24th, 2009

Hace mucho tiempo, se vivía en una época donde no  existía la tecnología, donde los libros y otras personas, que ya habían leído o escrito algo, y tenían conocimientos previos, eran la única fuente de conocimiento; sin contar que unos pocos eran los que tenían acceso a este maravilloso mundo, mientras otros morían en la ignorancia.

Con el paso del tiempo, en el cual pasaron mil cosas, guerras, revoluciones, descubrimientos, nacimientos, muertes… el hombre, poderoso claro, se fue dando cuenta que podía inventar y hacer muchas cosas que iban a facilitar su vida o más bien su modo de vida, a medida que esto sucedía, en el gobierno, en el ejército, en la ciencia, se fueron dando inventos novedoso que servían para la mejora de las naciones y del hombre en sí.

Entre tantos inventos, en este escrito hablaremos de la calculadora, la cual se puede tomar como el inicio de los computadores; éste maravilloso aparato facilitó la vida de muchos hasta el punto de seguirlo haciendo, pero la pregunta es, si facilita el hecho de hacer las cosas o simplemente suple la capacidad del ser humano de hacerlas por si mismo, y a partir de esto arrancamos a hablar de que tan bueno es la evolución tecnológica para los seres humanos que no hemos inventado tanta maravilla.

Con la invención de los computadores se abrieron muchas puertas, pero no tantas como las que se crearon con la invención o descubrimiento del Internet,  la cual, al principio, solo era una red con intenciones de permitir comunicarse de computador a computador en un mismo lugar, pero que a medida que se desarrollaba logró llegar más allá, no solo logró que nos comunicáramos entre diferentes lugares, países o continentes, si no que se infiltró en el mundo comercial.

A partir de ese desarrollo, ya no era tan necesario el uso del teléfono, pues la comunicación por Internet se torno más económica y con la introducción de cámaras y micrófonos la comunicación a larga distancia fue más fácil.

Al momento de hacer algunas compras también intervino la tecnología del Internet, ya que era más fácil porque se podía hacer desde la comodidad del hogar, sin contar que todo se podía encontrar en un solo lugar y que con solo un clic se podía adquirir lo que fuera y con tentadoras ofertas.

En este momento es que nos adentramos al verdadero problema, ¿realmente será un problema, q creemos un mundo virtual donde nos sentimos mejor q en el real?

Después de un largo tiempo con la facilidad de tener y utilizar Internet, nos surgen diferentes preguntas a cerca si es un buen invento o no, ya que estamos creando otra realidad, vivimos en otro mundo, en el cual podemos pasar muchas horas seguidas sin aburrirnos, y esto por el simple hecho que podemos encontrar todo en él; pero se ve como un problema al pensar que nos aleja de nuestra propia realidad, realidad que muchas veces preferimos evitar y con este nuevo medio encontramos la manera de hacerlo.
Pero esta idea de nuevos mundos virtuales no solo surgen en nuestros tiempos y mucho menos por Internet; diferentes escritores ya se habían detenido a pensar como sería un mundo virtual.

Por ejemplo Peter Weibel, mediante su trabajo cimenatográfico quería crear una realidad diferente, o por lo menos quería que las personas por un momento vivieran otra realidad sin tener que estar metida en los prototipos diarios, por eso decia:

“El cine vienés rompe con la homología entre el mundo y su representación, con la teoría del reflejo como un ajuste de la conciencia. Todo el mundo exige que la imagen de un perro se parezca a un perro… ¡qué aburrido! Su objetivo es utilizar el proceso de identificación como una categoría social, a fin de que la imagen fílmica refleje el mundo según la forma como lo ve el estado. Así, la conciencia ya no es capaz de percibir la diferencia entre imagen y realidad estatal. Pero el cine vienés aspira al reconocimiento mediante una categoría individual, a través de la experiencia sensual» .
Al igual lo hace William Gibson en su libro Neuromante, éste mete a sus protagonistas en un mundo paralelo, en el ciberespacio, y en este mundo desarrolla toda una vida y situaciones emocionantes; pero  lo que vamos es que como estos dos escritores mucho más han hablado en sus obras de mundos virtuales que nos alejan de la realidad.

Ahora así como muchos han hablado de mundos virtuales, tenemos el propio de la época y es Internet, es un mundo donde nos podemos introducir por horas, donde podemos saber y enterarnos de muchas cosas, pero sobre todo nos podemos alejar del mundo “real” el que nos hacen creer que lo es.

Muchos lo ven como un problema, otros no quieren salir de el, pero es un mundo lleno de posibilidades, como por ejemplo para Janet Murray es un medio el cual amplia las posibilidades de expresión narrativa, que es procedimental, participativo, enciclopédico y espacial, y ofrece tres tipos de placer particulares inmersión, actuación y transformación.

Gracias a muchas personas que han intervenido en la creación de este mundo virtual podemos alejarnos por instantes y quizá largos, de este mundo tan crudo que a veces nos toca vivir; este mundo a veces es algo malo, por decirlo de alguna manera, porque nos sumerge y a muchos no los deja salir tan fácil; pero viéndolo por el lado positivo Internet es un medio que nos da muchas posibilidades y muy buenas.

Podemos pensar en parte que ayuda un poco a la conservación del medio, pues en algún momento quizá se deje de necesitar papel y se conservaran los árboles, quizá no e utilicen teléfonos y otros aparatos que puedan contaminar, pues los carros ya no van a ser tan necesarios porque podríamos trabajar desde la casa así como comprar.

Concluyendo, el Internet es un medio que debemos saber manejar para poder conocerlo como un nuevo mundo pero desde el lado positivo que este nos brinda. 
 

DISEÑO GRÁFICO: EL NEUROMANTE

martes, febrero 24th, 2009

María Marín Calderón 

Como extensiones de nosotros mismos, todos los medios proporcionan una nueva visión transformadora y una nueva conciencia.
                                                                                                                                                               Marshall McLuhan

Podemos definir el diseño gráfico como el proceso de programar, proyectar, coordinar, seleccionar y organizar una serie de elementos para producir objetos visuales destinados a comunicar mensajes específicos a grupos determinados. Así pues, la función principal del diseño gráfico será transmitir una información determinada por medio de composiciones gráficas, que se hacen llegar al público destinatario a través de diferentes soportes, como folletos, carteles, trípticos, etc.
El diseño gráfico busca, entonces, transmitir las ideas esenciales del mensaje de forma clara y directa, usando para ello diferentes elementos gráficos que den forma al mensaje y lo hagan fácilmente entendible por los destinatarios del mismo. De este modo, el diseño gráfico no significa crear un dibujo, una imagen, una ilustración o una fotografía; es algo más que la suma de todos esos elementos, aunque para poder comunicar visualmente un mensaje de forma efectiva el diseñador debe conocer a fondo los diferentes recursos gráficos a su disposición y tener la imaginación, la experiencia, el arte, la sensibilidad, la alquimia y el sentido común necesarios para combinarlos de forma adecuada.
El resultado final de un diseño gráfico se denomina grafismo, y es una unidad por sí misma, aunque esté compuesto por multitud de elementos diferentes, elementos individuales que, unidos correctamente y con sabiduría, componen una obra final única y definida que va más allá de la suma de las partes que la forman.
Ahora bien, como toda disciplina de la creación, el diseño gráfico no evolucionó como un todo unitario e independiente, el diseño que ahora se enseña en las universidades, el que impregna y subyuga el mundo de los seres humanos, ese que incita, crea, despierta, logra, y, en resumen, se comunica del modo más poderoso jamás conocido, creció como un compendio orgánico de influencias que van desde la literatura (el imaginario lingüístico) hasta los últimos avances informáticos, pasando por las ilusiones y sueños de la creación en óleo, carboncillo o vinilo, y las profecías de la ilusión del movimiento en la captura del mismo, primero en placas (Daguerrotipia), luego en papel, después en binario, para ser reproducido de nuevo en papel y almacenado, modificado, y recreado en formato electrónico.
El presente ensayo intenta explorar, muy someramente, las influencias que pudo haber tenido el proceso de perfeccionamiento que tuvo lugar desde los orígenes (sin llegarse aquí tampoco a mencionarse, puesto que, ¿dónde están esos orígenes sino en la propia mente humana, en la historia arcaica?) hasta la sublimación del diseño gráfico. No se pretende aquí realizar un estudio riguroso, tampoco una presentación exhaustiva de las influencias que modelaron esta disciplina, arte, o ciencia, como se quiera entender, más bien, se pretende dar un pequeño esbozo de lo que la influencia pudo llegar a lograr en la concepción del diseño; tenemos, pues, que comprender que, si bien se podría aquí referir una influencia directa como algo mecánico o procedimental, a lo que se quiere apuntar es al hecho ineludible de que la influencia surge con el cambio de la conciencia y la concepción que el hombre tiene de su realidad.
No obstante, no se busca aquí desvirtuar la influencia procedimental en las técnicas de diseño, es decir, el método per se ha evolucionado junto con el imaginario humano y ha depurado los principios y formas de expresión y composición del diseño grafico. Pero el punto a exponer es el que tiene que ver con la fuente de donde los procedimientos, técnicas y demás se generan, es decir, la dislocación de percepción humana de la realidad y sus elementos.
Así pues, es menester entender la influencia desde la concepción o reinterpretación que el hombre realiza del contexto, la cual ha evolucionado desde la literatura, la pintura, la fotografía, la ciencia, la informática, etc. Una de las más grandes influencias que se desarrolló desde la literatura en el imaginario humano, y por ende, en la concepción de la realidad, fue la del Neuromante (1984) de William Gibson, una obra en la que el autor explora las potencialidades de la influencia del mundo digital en la vida y las mentes humanas. Es este autor quien acuña el término ciberespacio en una obra previa (Burning Chrome), pero es en el Neuromante en la que la palabra ciberespacio adquiere un significado no sólo más completo, sino incluso siniestro, dada su influencia en la realidad del mundo humano.
La influencia de Gibson es clara en tanto que convierte su novela en un oráculo desde el que se puede observar la realidad, la sociedad actual, y nos muestra que una de las herramientas más poderosas de intercambio de información, de publicidad, y de diseño de esa publicidad, no sólo es ese mundo virtual, sino, también, ese entorno binario, informático desde y en el que se genera y pervive el nuevo imaginario humano. El ordenador y sus cualidades especiales, unidas a una vía de comercio de información se ha convertido en uno de los medios de expresión y dominación más importantes de la actualidad; no es casualidad que en la novela de Gibson, los hackers y los gobiernos, también el ciudadano común, se conviertan en verdugos y victimas de su propio poder de control, el cual deriva en detrimento de la propia sociedad humana que se ve, así, totalmente restringida y supeditada a su propia creación. Al final de cuentas, la herramienta enajena al creador, y, como la mayoría de invenciones humanas, se corrompe, dada la propia corrupción y egoísmo del genio creador.
En la actualidad, la profecía de Gibson no sólo se cumple a pies juntillas, también, el ordenador y la web se convierten en el medio por medio del cual el diseño se expresa a mayor escala. La concepción de Gibson abrió la perspectiva a un nuevo mundo en una era digital, tema que el diseño ha explotado prolíficamente tanto en la propia red como en la publicidad impresa. Pero más importante, es el hecho de haber (no sabemos si a ciencia cierta lo hizo, no obstante así lo interpretamos aquí) despertado el genio creativo en el diseñador gráfico, permitiéndole así no sólo concentrarse en el reino de lo visual, sino, también, en el del resto de los sentidos; así lo explican los ciber-cowboys de su novela, quienes son capaces de vivir y experimentar cualquier clase de sensación en esa realidad alterna, de tal manera que llegan al punto de convertirse en adictos del ciberespacio (Cualquier similitud con la realidad, no es casual).
En el presente esta adicción surge en un 99% debido al diseño. Es el diseñador gráfico quien crea entornos capaces de proporcionar placer al cibernauta. Ya lo refiere Manovich en The language of New Media 
(…) “En las aplicaciones Flash están jugando muchos factores. Creo que son personas que están hablando de un nuevo tipo de diseño. Están hablando de diseño interactivo y diseño basado en el tiempo. El movimiento se está usando para llamar la atención de la gente a lo largo del tiempo, y trata de crear con ello cierta identidad. No es solo decoración.
Pero cada uno de los media por separado usa convenciones muy diferentes, tienen estilos diferentes. Por ejemplo, el correo electrónico es un media viejo, los chats son un media viejo… Un buscador, por ejemplo, no usa Flash, pues lo que prima es la información. En cambio hay otros sitios, que contienen más entretenimiento o cultura, que cada vez se parecen más a películas de televisión. Son más cinéticos y visuales.
Te atrapan más. Por eso digo que Internet reúne una docena de media. ¿Por qué debería ir todo el mundo en la misma dirección? También me gusta decir que esta cuestión se relaciona con otra, que es una oposición entre dos conceptos que me resultan muy útiles para pensar los nuevos media: la oposición entre ficción -en el sentido de ficción artística, como películas, novelas y ficción- e información. Con frecuencia usamos los nuevos media y los ordenadores básicamente como herramientas de información, puras herramientas funcionales. Sin embargo, también las podemos usar para crear algún tipo de fantasía o ficción. Y resulta muy interesante
ver cómo estas dos funciones están luchando entre ellas. Algunas personas exigen más información y otras piden también ficción. Mi postura creo que está entre ambas, creo que hay que combinarlas. Vivimos en una sociedad informativa, nos pasamos el día contestando correos y consultando información, y tal vez querríamos añadirle a ello algo de ficción y placer, tal vez un elemento de sorpresa también.”

Manovich realiza un análisis de las nuevas media, los nuevos sistemas de comunicación e información masivos, entornos que, según el autor, han venido de menos a más en términos de diseño e interactividad. Quizá su influencia, radica en la interpretación que hace de los mismos, y en el hecho de que a través de dicho análisis, entrega herramientas cognitivas al diseñador. A partir de semejante conocimiento, el diseñador se ve en la tarea de aprovechar los nuevos medios masivos, y si ya es un experto en ello, puesto que el análisis surge, precisamente, de la propia influencia e impacto del diseño en los medios, entonces, debe sacar partido del nuevo conocimiento, tal vez, revolucionando el diseño en tanto que se desarrolle un nuevo aprovechamiento de los medios y sus recursos.

Otro analista que contribuye al progreso y comprensión del funcionamiento del diseño en los medios y en la realidad actual, es el señor Paul Virilio quien en su artículo Velocidad e información ¡Alarma en el Ciberespacio! Realiza un estudio de la manera en que los medios y en estos, la manera en que se presenta la información, es decir, el diseño, han influido en la estructuración de la mentalidad de la sociedad humana actual. Así, Paul escribe:

(…) “Los fenómenos asociados de inmediatez e instantaneidad son en nuestros días uno de los problemas más apremiantes que confrontan las estrategias políticas y militares. El tiempo real prevalece sobre el espacio real y la geosfera. La supremacía del tiempo real, la inmediatez, sobre espacio y superficie es un hecho consumado y tiene un valor inaugural (anuncia una nueva época). Algo correctamente evocado en un anuncio francés elogiaba con estas palabras los teléfonos celulares: «el planeta Tierra nunca ha sido tan pequeño». Es un momento dramático en nuestra relación con el mundo y para nuestra visión del mundo.”  
      
Y agrega:
(…) “Haber alcanzado la barrera de la luz, haber alcanzado la velocidad de la luz, es un hecho histórico que deja la historia en desorden y confunde la relación del ser viviente con el mundo. El sistema político que no hace esto explícito desinforma y engaña a sus ciudadanos. Tenemos que reconocer aquí un cambio principal que afecta a la geopolítica, geoestrategia, pero también por supuesto a la democracia. puesto que ésta última es tan dependiente de un lugar concreto, la ciudad.
El gran evento que amenaza para el siglo XXI en conexión con esta velocidad absoluta es la invención de una perspectiva de tiempo real, que suplantará a la perspectiva del espacio real que fue inventada por los artistas italianos del Quattrocento. Todavía no ha sido suficientemente enfatizada con cuanta profundidad, la ciudad, la política, la guerra y la economía del mundo medieval fueron revolucionadas por la invención de la perspectiva. 
El ciberespacio es una nueva forma de perspectiva. No coincide con la perspectiva audiovisual que ya conocemos, es una perspectiva completamente nueva, libre de cualquier referencia previa: es una perspectiva táctil. 
Ver a distancia, oír a distancia: esa era la esencia de la antigua perspectiva audiovisual. Pero tocar a distancia, sentir a distancia, esto equivale un cambio de perspectiva hacia un dominio que todavía no se abarca: el del contacto, el contacto a distancia, el telecontacto.”
Sin lugar a dudas el impacto que el diseño ejerce en la mente humana tiene que ver directamente con este cambio que se ha efectuado en nuestra sociedad, la velocidad de recepción de un mensaje en imágenes, colores, escritura, o la mixtura de las tres, es de lo que habla Virilio en su artículo. Como se expresó al principio de este ensayo, el diseño pretende expresar un mensaje claro y conciso, pretende mostrar en vez de contar, se dirige a los sentidos sin demora e incuba su huevo informático.
Por supuesto, Virilio no es tan bondadoso en sus juicios frente a esta realidad, critica duramente la masificación de la información y la interacción que el ser humano tiene con ésta. Sin embargo, el diseño es una mera herramienta de expresión humana, quizá el problema no radique en las tecnologías y en las técnicas de diseño revolucionarias, capaces de influir de manera tan determinante en nuestra psique y en nuestra sociedad, más bien el problema está en el receptor del mensaje y en la manera en que la información se emplea, es decir, se desinforma por medio de esta baraúnda de estímulos, pero ¿quién desinforma si no es el propio hombre?  
Para cerrar este recorrido por las influencias y efectos de ciertos autores en el diseño, y de éste en los mismos, tal vez la mejor manera de concluir nuestro ensayo, y la razón que en últimas surgió del mismo como motivo a defender, citaremos a Janet H. Murray, quien en un artículo titulado Hamlet en la Holocubierta realiza un análisis bastante interesante de la influencia de la informática y el diseño en entornos tan dispares del conocimiento como la literatura, la psicología, y la sociología. Murray escribe:

Mi interés por los micromundos narrativos coincidió con el de los profesores de lenguas extranjeras por crear entornos de inmersión para el aprendizaje. Juntos diseñamos aplicaciones multimedia para aprender español y francés, que motivaban a los estudiantes dándoles un papel en una historia que se iba desarrollando, y permitiéndoles moverse a través de un escenario fotografiado de la realidad como si estuvieran de visita en Bogotá o París. Estos proyectos y otros en los que he trabajado en los últimos quince años, como un archivo de Shakespeare y un manual digital sobre el arte cinematográfico, además del ejemplo de los esfuerzos de otros, han confirmado mi idea de que el ordenador ofrece una emocionante extensión de las capacidades humanas.

Coincidimos con Murray en que sólo hace falta buscar una manera inteligente de emplear el conocimiento y las amenazas de enajenación de nuestra sociedad se esfuman. Murray acepta la utilidad de los ordenadores en el desarrollo de aplicaciones interdisciplinares que permiten la creación de entornos de aprendizaje capaces de revolucionar el proceso de adquisición del conocimiento, lo cual, cabe aclarar, sólo es posible por medio del diseño.